Casi siempre que pensamos en una cocina con encanto, en la cocina de nuestros sueños, la imaginamos espaciosa, amplia, luminosa… Aunque la realidad es que la mayoría de nosotros tenemos que contentarnos con una cocina de dimensiones, digamos, modestas. Por eso nos encanta el reto de sacarle el máximo partido a ese espacio tan importante en una casa como es la cocina. Y se pueden conseguir grandes resultados con un poco de imaginación, sentido práctico y gusto. Y si no, mirad estas pequeñas cocinas con encanto:
Sin duda, su encanto reside en la luz natural, la elección del color, y esos pequeños detalles retro.
Un estilo muy diferente en esta pequeña cocina, en blanco y madera. La zona de cocción integrada en la barra, se alarga con un tablón de madera para aprovecharla también como zona de office.
El gran acierto de esta cocina es la elección de los colores cálidos y la luz natural. Nos gusta la disposición de los elementos, alineados en la pared. Y su preciosa salida al exterior…
Esta cocina integrada en el salón es práctica y funcional. Para espacios muy reducidos.
Quizá sea la cocina de una casita en la playa. La elección de colores nos gusta por su frescura y luminosidad. Indicada para espacios muy reducidos, y para un uso esporádico.
Una cocina vintage, quizá un poco recargada, pero sin duda con un encanto especial.
Un tablero bajo una ventana y tenemos un agradable rincón para desayunar.
Un cuarto de pollo asado que sobró de la comida del domingo, arroz blanco que calculaste mal, restos de un asado… ¡no tires nada! Todas estas sobras te pueden servir para confeccionar platos riquísimos y fáciles de preparar. Te damos 4 ideas para cinco tipos de sobras que suelen quedar en la cocina. ¡Toma nota!
POLLO ASADO CON PATATAS QUE SE TRANSFORMA EN UNA RICA TORTILLA.
Si algo sobra de un pollo asado, suelen ser las pechugas, ya que es la parte más seca. En lugar de tirarlas, prepara en un momento esta rica tortilla: Corta una cebolla en juliana y medio pimiento morrón en tiras, rehógalos en una sartén antiadherente con aceite de oliva. Cuando ya esté pochado, añádele las patatas (si también sobraron, si no, solo tienes que freír un par de patatas medianas) y el pollo desmenuzado. Sofríe un par de minutos y agrega entre 4 y 6 huevos batidos. Tapa y deja que se cocine a fuego fuerte al principio y medio después. Verás qué rica.
¿SOBRÓ PESCADO? HAZ UNOS DELICIOSOS BUÑUELOS EN UN MOMENTO.
¿Te sobraron 3 ó 4 filetes de pescado? Recalentados no están muy buenos, así que te proponemos esta otra opción: Desmígalos y mezcla con patata hervida (la proporción es 1 de pescado a 0,5 patata), añade un poco de harina, un huevo y una yema. Añade un poco de ajo y perejil. Mezcla bien hasta conseguir una masa homogénea y forma los buñuelos. Fríe en abundante aceite de oliva bien caliente, hasta que estén dorados. Sirve con ensalada. Una comida de 10!
¿ASADO DE CARNE? AHORA ES UN SABROSO ESTOFADO.
Siempre suele sobrar un poco de asado de ternera en las comidas del domingo, y acaba yendo a la basura. La solución es cortarlo en cubitos y ponerlo en una cacerola, con cebolla, pimiento y tomate cortados en daditos. Rehoga la verdura y cuando ya esté, añade un chorro de vino tinto y deja que reduzca. Salpimenta. Verás qué rico estofado en solo unos minutos. Acompaña con pasta corta hervida, como espirales, lazos…
¿DEMASIADO ARROZ BLANCO? ¡CONVIÉRTELO EN CROQUETAS!
Es muy típico: haces arroz blanco y siempre te pasas de cantidad. Pero añadiendo unos pocos ingredientes, puedes conseguir un resultado sorprendente: Un poco de jamón cocido que siempre solemos tener en la nevera, perejil, una cucharada de queso blanco, ajo picado y el arroz de ayer. Mételo en la nevera un par de horas y antes de freírlo forma unas bolitas, pasa por harina, huevo batido y pan rallado. Fríelas en aceite de oliva bien caliente y en un minuto están listas. ¡Buenísimas!
Hay pequeños detalles que ayudan a dar un aire nuevo y diferente a tu cocina. Y si esos pequeños detalles los hace uno mismo, la sensación es mucho más reconfortante. Os proponemos una idea muy sencilla y económica: decorar vuestros propios paños de cocina. Aquí tenéis varios ejemplos:
Material que necesitáis:
– Paños blancos, sin ningún diseño.
– Pintura de colores para tela.
– Pincel.
– Un tapón de corcho, (o cualquier objeto que se os ocurra para utilizarlo a moda de tampón o sello, como una patata cortada por la mitad).
– Recipientes para la pintura.
Lo primero es elegir el color o combinaciones de colores que queramos utilizar en cada paño.
Una vez elegidos los colores, los colocamos en los recipientes y los preparamos.
Para hacer lunares, impregnamos el corcho en el color elegido y lo aplicamos sobre el paño blanco, bien extendido, cuidando que no queden arrugas en la tela. La decoración depende de cada uno: a un solo color, combinando dos o más colores, muy juntos, separados, a modo de greca en los bordes…
Dejamos secar y listo.
Otra opción es decorar con franjas. En este caso, nos ayudaremos de cinta de pintor (o cualquier tipo de cinta adhesiva), como podéis ver en la foto. Podéis hacer bandas de un color, de varios, de diferentes anchos… El resultado merece la pena y si lo has hecho tú, seguro que te gusta aún más.
En 1860 llegó a Moscú un joven cocinero belga, Lucien Olivier. Lucien, de 22 años, había estudiado en París con los mejores chefs. Ya por entonces, la cocina francesa era la más refinada e innovadora. El joven Olivier fundó un restaurante: el Hermitage. Actualmente convertido en museo, el Restaurante Hermitage era un edificio imponente y lujoso.
Un día, Lucien preparó un plato nuevo: una ensalada con diferentes tipos de carnes: jamón de oso, pato, urogallo, lengua de vaca…; mariscos: langosta, esturión ahumado, pescados en salmuera, gambas…; encurtidos: pepinillos, alcaparras…; verduras: judías verdes, hinojo, pepinos, huevos… todo envuelto en salsa mayonesa (casi desconocida en Rusia). La nueva ensalada fue todo un éxito, y los moscovitas que se lo podían permitir -–era muy caro– acudían con frecuencia al restaurante de Olivier a comer su ensalada.
El chef guardaba celosamente la composición de su magnífica ensalada y dicen las malas lenguas que se escondía en una habitación cerrada a cal y canto cuando preparaba su exquisito aliño. Tanto misterio intrigaba a sus comensales, y especialmente al segundo chef, que un día, mientras Olivier preparaba la mayonesa a puerta cerrada, consiguió con artimañas que saliera de la cocina unos minutos. Rápidamente entró y tomó nota de los ingredientes. Acto seguido se despidió y se fue a un restaurante de la competencia montando su propia ensalada, pero fracasó. No logro imitar el plato y los adeptos a la ensalada del chef Olivier siguieron siéndole fieles.
Lucien Olivier murió repentinamente en 1883, cuando solo tenía 45 años y sin revelar la receta de su peculiar mayonesa. La única pista que quedó fue la receta robada, que se hizo popular en toda Rusia, llamándose allí “ensalada Olivier”, y luego se hizo famosa en el resto del mundo como “Ensaladilla Rusa”.
El papel pintado es una tendencia que ha regresado con fuerza después de mucho tiempo en el olvido. Por motivos de higiene, hasta hace poco era casi un disparate pensar en decorar la cocina con papel pintado. Tiene su lógica: las baldosas eran mucho más fáciles de limpiar y además, duraban mucho más. Pero hoy en día, los nuevos materiales (que facilitan su limpieza y evitan que se estropeen, por ejemplo, con la humedad), han convertido el papel pintado en una opción más a tener en cuenta al decorar las paredes de nuestras cocinas.
Entre las tendencias más vistas están los estampados florales, naturales, geométricos y especialmente relacionados con el mundo de la cocina. Os dejamos una selección de fotos que nos ha gustado especialmente. ¿Os gustaría alguna de estas propuestas en vuestra cocina?
Solo por lo bonita que es, merece la pena hacer esta tarta. Es muy sencilla, lo más entretenido es cortar las verduras en láminas finas. ¡Y está deliciosa!
Ingredientes para un molde de 28 cms:
– 1 paquete de masa brisa
– 1 calabacín
– 1 berenjena
– 1 zanahoria
– 1 huevo
– 3 cucharadas de queso cremoso
– 2 cucharadas de nata líquida (a ser posible de la espesa)
– Sal
– Pimienta negra molida
Lo primero es precalentar el horno a 180ºC.
Extiende la masa sobre el molde, engrasado con un poco de mantequilla o aceite. Pincha la masa y hornea durante 10 minutos. Luego reserva.
Lava el calabacín y la berenjena y pela la zanahoria. Con la ayuda de una mandolina o un cuchillo bien afilado, corta las verdurasen láminas finas. Luego, corta las láminas para obtener tiras finas y delgadas. Salpimenta.
En un bol, bate el huevo y añade el queso y la nata líquida, mezclando bien los tres ingredientes. Añade una pizca de sal.
Reparte la mezcla de huevo-queso-nata por encima de la masa y empieza a formar círculos con las tiras de verduras, empezando por el exterior. Al principio, no te preocupes por los espacios: cuando hayas llegado al centro, empieza a rellenarlos.
Hornea durante 30 minutos, o hasta que el huevo haya cuajado.
Decorar una cocina pequeña es un reto del que nunca nos cansamos de hablar (siempre viene bien alguna idea nueva).
Ya os mostramos fotos de cocinas pequeñas, hablamos de estanterías abiertas, trucos para aprovechar el espacio…. Y ahora queremos resumiros los 10 puntos más importantes a tener en cuenta a la hora de decorar una cocina pequeña.
1. LA ILUMINACIÓN. Es un punto básico para aumentar el espacio. No hay nada más deprimente que la cocina pequeña y oscura, así que si no cuentas con ninguna buena entrada de luz natural, invierte en una lámpara potente y de luz blanca.
2. APROVECHAR EL ESPACIO VERTICAL. No olvides el espacio vertical: busca muebles o baldas que lleguen hasta el techo, y reserva la parte superior para los accesorios que no precises a diario.
3. ENCIMERA DESPEJADA. La tostadora, el microondas, el exprimidor… si saturamos la encimera, nunca nos apetecerá cocinar. Es mejor buscar espacio alternativo para estos objetos, aunque debamos sacarlos cada vez que queramos utilizarlos. El microondas, por ejemplo, podemos colocarlo sobre la nevera o sobre el horno, integrado en los armarios de cocina.
4. BALDAS ABIERTAS. Colocar estanterías abiertas aligera visualmente el espacio, y nos permite aportar a la cocina pequeña un toque de encanto con cajitas de colores y alimentos dispuestos ordenadamente.
5. GANCHOS DE PARED. Los paños de cocina, el papel de cocina, especieros… son objetos que quedan muy bien en ganchos de pared. Y algunos son muy originales…
6. DECORA, COMO EN CUALQUIER OTRA ESTANCIA. Apuesta por poner algún espejo (multiplica la luz), un póster o cuadro en la pared, un jarrón con flores en la ventana… Convertirás ese pequeño espacio en un rincón agradable y personal.
7. ARMARIOS CON PUERTAS CORREDERAS. Esto es especialmente útil a la hora de decorar una cocina pequeña en dos frentes, pues las puertas correderas no restan ningún espacio.
8. ELIGE UNA MESA PLEGABLE O ABATIBLE. Apenas ocupan espacio y te permite desayunar cómodamente o ganar espacio de trabajo.
9. COLORES CLAROS. Aumentan la sensación de amplitud. El color blanco es el que más refleja la luz, por lo que es bueno usarlo en paredes o muebles. Si eliges muebles en colores vivos, mejor que sean con brillo.
10. ESTAMPADOS GRANDES. Contrariamente a lo que puedas pensar, es adecuado elegir estampados grandes para cortinas o para papel pintado. El contraste queda personal y mucho menos agobiante.
Quitar escarcha del congelador es un engorro, eso es así. Pero hay que hacerlo, no sólo porque puede afectar a los alimentos y al rendimiento del propio aparato, si no porque además estás tirando dinero: una capa de escarcha de 3 milímetros de espesor supone un 30% menos de rendimiento.
Hoy os traemos varios consejos muy sencillos que podéis tener en cuenta a la hora de quitar el hielo del congelador:
Primero lo que no hay que hacer: usar cuchillos, rasquetas o cualquier otro objeto metálico, que pueda dañar la cavidad del congelador.
Utiliza una esponja mojada con agua caliente, la escarcha se derretirá rápidamente y podrás ir despegando los trozos de hielo con facilidad con el rascador adecuado (¡no metálico!).
Otra opción es colocar un recipiente lleno de agua muy caliente en el interior, cerrar el congelador y dejarlo unos minutos. Al abrir podrás despegar la escarcha sin problema. Recuerda secar las paredes para evitar que comience a formarse más escarcha.
¿Y qué hacer si el congelador está lleno de alimentos? Puedes ir consumiendo los productos congelados de manera que en el momento de limpiarlo tengas la menor cantidad posible. Introdúcelos en una bolsa isotérmica con hielo, por ejemplo. También puedes acelerar el proceso con un spray anticongelante.
Lo recomendable es descongelar el aparato una vez al año, aunque la capa de hielo no sea muy gruesa; conseguirás mayor rendimiento y menor consumo.
Claro, que también puedes pasarte por una de nuestras tiendas Decoractiva y hacerte con un frigorífico que tenga congelador NO FROST. El único hielo que verás, será el de los cubitos.
De la cocina salen muchas botellas de plástico: de refrescos, de agua, detergente, suavizante, limpiacristales… No los lleves al contenedor amarillo… ¡Tranquil@s!, no os vamos a pedir que no recicléis, al revés: os proponemos la mejor manera de hacerlo: jugando. Y construyendo. Y concienciando a los más pequeños de la importancia de dar usos alternativos a los objetos, y de que no hace falta gastar para tener un juguete original y divertido.
Aprovecha las vacaciones, el tiempo libre del que disponemos en verano para dejar volar la imaginación. Aquí os dejamos un montón de ideas, pero seguro que se os ocurren muchas más…
Un cohete a propulsión, no nos digáis que no es genial, y facilísimo: 2 botellas, fieltro (o la tela que queráis) y pintura:
Juegos de bolos para los más pequeños. Con los personajes que más os gusten: enanitos, luchadores de sumo…
Botellas de agua, de refrescos, incluso el suavizante de la ropa…ahora son caballitos para galopar…
Un asiento con tu animal favorito:
Simpáticas criaturas con diversas utilidades:
Máscaras… si eres un poco maños@, puedes hacer divertidísimas creaciones:
Percheros:
Coches, camiones, trenes, volquetes…
Huchas, las típicas de cerdito o las que se te ocurran:
Y para terminar, solo para profesionales o muy manitas, os dejamos estos robots hechos con piezas y tapones de plástico reciclados de botellas y otros recipientes, ¡ríete de los transformers!:
Una vez más, queremos hacer hincapié en la cantidad de espacio que podemos aprovechar, especialmente en cocinas pequeñas, y que nos pasan por alto. El resultado merece la pena: de una cocina abigarrada y llena de cosas, podemos pasar a una cocina organizada, libre de trastos y mucho más cómoda.
A continuación os damos algunas ideas, muy sencillas de aplicar. Esperamos que os resulten útiles e interesantes.
BARRAS Y ESTANTES CON POCO FONDO: en las superficies verticales, aprovecha al máximo el espacio colocando barras para colgar utensilios, y estantes con poco fondo. Si colocas tarros de cristal con legumbres, pasta, arroz… conseguirás además un toque decorativo muy agradable.
¿QUÉ HACEMOS CON LAS TAPAS? Suelen ser difíciles de ubicar, son inestables, se caen atascando los cajones… una solución muy útil es colocar rieles en el interior de la puerta de los armarios y listo: las tapas ordenadas y siempre a mano.
APROVECHANDO LAS ESQUINAS: es muy frecuente ver en las cocinas rinconeras desaprovechadas. Seguramente ya sabréis que hay armarios que aprovechan estos espacios, pero mirad qué cajones. ¡Aprovechar más el espacio es imposible!
HASTA EL ÚLTIMO HUECO ES APROVECHABLE: por ejemplo, el espacio que queda entre el horno y el suelo. Aunque parezca mentira, se puede sacar mucho espacio. Un cajón a ras del suelo es una buenísima solución. Estudia tu cocina con detenimiento, seguro que se te ocurre más de un espacio para aprovechar.
Y SI AÚN QUEDAN COSAS… para todo lo que no quepa (trapos de cocina, manoplas, bolsas, delantales…), recurre a los percheros o ganchos de pared.