Hacer pequeños cambios en la cocina nos puede aportar grandes satisfacciones. Durante el verano nos animamos más a los cambios, así que ¿por qué no optar por llegar a septiembre con una cocina con un nuevo look?
¿Sabes cuáles son los alimentos de temporada que puedes adquirir ahora en buena calidad en tu supermercado? Desde el blog de DECORactiva te lo contamos.
Se acerca el buen tiempo, y con él, el deseo de lucir algo mejor con menos capas de ropa. Esto no significa que tengamos que pasar hambre, pero sí podemos tener a mano una serie de alimentos que entre horas nos ayudarán a cuidarnos un poco más.
Hay una serie de trucos que te hacen la vida más fácil en la cocina tanto a la hora de cocinar los alimentos como a la hora de limpiar o mantener tus utensilios a punto. Te enumeramos unas cuantas ideas.
Abres una revista de decoración y ¡zas!, siempre lo mismo: cocinas inmaculadas, perfectas, sin ningún trasto por medio… igualitas que las nuestras, en las que se acumulan en la encimera todo tipo de cacharros, el exprimidor, la tostadora, la cafetera, los cuchillos, la tabla de cortar, un libro de recetas, la bolsa del pan de molde…
Por eso queremos enseñaros una selección de “escondites” que ocultan todo tipo de objetos y enseres de cocina, y que contribuyen a que el orden reine en la cocina y su aspecto se acerque más al de las envidiadas cocinas de las revistas. Algunas son realmente ingeniosas.
Convertir una comida sencilla, como una crema de verduras, en un aperitivo original y diferente, es más sencillo de lo que parece. Simplemente se trata de cambiar el plato por un vasito y añadirle algún toque decorativo. Y cocinar bien, por supuesto. Os proponemos 3 recetas para que probéis. Y si tenéis invitados en casa seguro que les sorprenderá.
VASITOS DE SALMÓN, AGUACATE, GAMBAS Y QUESO FRESCO.
Ingredientes (para 6 raciones)
200 g de gambas cocidas.
1 diente de ajo.
150g de queso quark (o philadelphia, brie…).
1 cucharada de cebollino.
100g de salmón ahumado.
2 aguacates maduros.
1 limón.
60g de nata.
pimienta blanca molida.
Pelamos las gambas, reservando 2 por vasito para decorar. Las ponemos en el fondo de los vasitos y reservamos.
En el vaso de la batidora ponemos los quesos, añadimos el ajo picado muy fino, el cebollino, la nata y batimos bien.
Colocamos una cantidad moderada de la crema obtenida. A continuación, una capa de salmón ahumado troceado.
En un cuenco ponemos el aguacate pelado y troceado, añadimos zumo de limón y con un tenedor aplastamos bien hasta conseguir que se mezclen los sabores.
Añadimos una cantidad generosa del aguacate en cada vasito y decoramos con dos gambas peladas.
Una manera diferente de presentar un aperitivo. ¡Qué aproveche!
(Cortesía de Arrástrame a tu cocina)
DUO DE CREMAS CON CRUJIENTE DE SERRANO
Ingredientes para la crema de calabaza (12 vasitos de 60ml)
350g de calabaza cortada.
½ cebolla cortada.
1 puerro.
1 zanahoria pelada y cortada.
1 patata pelada y cortada.
1 rama de apio.
Caldo de verduras.
Sal y pimienta.
Ingredientes para la crema de calabacín:
1 calabacín lavado sin pelar.
½ cebolla cortada.
1 puerro.
1 patata pelada y cortada.
Caldo de verduras.
Sal y pimienta.
Jamón serrano cortado en lonchas finas.
Poner el jamón en una sartén sin aceite y dejarlo hasta que esté crujiente. Dejar enfriar y romperlo en trocitos.
Poner los ingredientes de las dos cremas en agua salada y dejar hervir 15 minutos.
Triturarlas por separado con la batidora y disponer en los vasitos, como indica la foto. Decorar con los trocitos de jamón.
(Cortesía L´Exquisit)
VASITOS DE MOUSSE DE CHOCOLATE
Ingredientes (para 6 personas):
6 huevos.
4 cucharadas de azúcar.
3 cucharadas de coñac.
550 g de chocolate negro para postres.
300 g de nata montada.
190 g de mantequilla.
4 cucharadas de café fuerte.
Hacemos un café cargado y reservamos.
Separamos las claras de las yemas y batimos estas últimas con el azúcar hasta conseguir una crema espumosa. Ponemos esta mezcla a calentar al baño María y añadimos 3 cucharadas de coñac. Batimos. Pasamos el bol a un recipiente con agua fría y hielo y batimos hasta que baje la temperatura.
Batimos las claras a punto de nieve.
Derretimos el chocolate, también al baño María. Añadimos el café y cuando esté disuelto añadimos la mantequilla hasta que la mantequilla se derrita por completo.
Para terminar, añadimos el chocolate y las claras a punto de nieve a las yemas con azúcar y batimos bien. Vertemos la mezcla en los vasitos elegidos y dejamos enfriar en la nevera. Podemos decorar con nata montada, virutas de chocolate, trocitos de fruta…
Hay cocinas que tienen algo especial. Unas veces es su espacio, amplio, grande, en el que te imaginas cocinando, preparando estupendas cenas para amigos. Otras veces es por su luz, cocinas con grandes ventanas, por las que entra la luz a raudales… otras es por los materiales, madera, piedra… otras simplemente porque te gusta su estilo, sus detalles, su calidez…
Hemos seleccionado estas cocinas porque comparten algo en común: todas tienen ese “algo”. ¿Estáis de acuerdo?
El verano se ha acabado. No vamos a negar que nos da un poco de pena. Pero la nueva estación trae consigo muchas cosas buenas. Una de ellas son los colores; las tonalidades que se ven en la naturaleza son únicas y no podemos disfrutarlas en ningún otro momento del año. Naranjas, ocres, amarillos, rojizos… Las hojas que caen, castañas, ramas, calabazas. ¿Por qué no utilizarlos para vestir nuestra mesa?
Con muy poco podemos conseguir que cualquier mesa se convierta en un cálido y acogedor pedacito de otoño.
Un sencillo y vistoso centro de mesa: unas peras, unos frutos secos y unas cuantas hojas, más sencillo imposible.
Si eliges una vajilla en estos tonos otoñales, ya está casi todo hecho.
Sencillez: blanco y espigas.
Unas ramas con los colores del otoño.
Unas hojas bajo una vajillas transparente. Muy sencillo y muy vistoso.
La cocina es el espacio de la casa donde probablemente pasamos más tiempo. Por eso es importante sentirnos a gusto en ella. Más allá de su tamaño o su distribución, hay detalles que nos ayudan a conseguirlo. En esta ocasión nos referimos a las plantas. Un par de macetas, unas aromáticas, unos tallos en tarros de cristal… solo hay que limpiar las hojas de vez en cuando (ya sabemos que el humo y la grasa tienden a acumularse en ellas), pero el resultado merece la pena. Y si no mirad estas cocinas, todas con plantas.
Todos sabemos lo caro que resulta llenar el carro de la compra. Si a eso le añadimos las prisas o la falta de tiempo, el resultado suele ser un gasto innecesario y muy superior al que tendríamos si siguiésemos unas sencillas pautas. Eso sí, todos los días, no valen los buenos propósitos que luego se quedan en nada. Si convertimos estos consejos en una rutina, enseguida notaremos el ahorro. Seguro que vosotros tenéis vuestros truquillos, pero nosotros queremos proponeros estos, esperamos que os sean de utilidad:
1. Elabora menús semanales. De esta manera se consigue ahorrar bastante, ya que nos ceñimos a los ingredientes de cada plato y no se desperdicia comida. Merece la pena dedicar un rato a esta tarea, además de dinero ahorras en tiempo, al tener planificados todos los platos de la semana.
2. La famosa lista de la compra, es más importante de lo que parece. Una vez decididos los menús, anota los ingredientes en la lista. Repasa la despensa, el frigorífico, asegúrate de lo que tienes y lo que te falta y anótalo.
3. Establece un presupuesto semanal, es la única forma de evitar comprar por comprar, y centrarse en lo necesario.
4. Atentos a las ofertas y promociones: revisa siempre la fecha de caducidad. Muchas veces estos productos están a punto de caducar.
5. Para evitar tentaciones, intenta ir a la compra sin hambre. Todos sabemos lo que pasa cuando estamos hambrientos, comemos con los ojos y seguramente acabaremos cogiendo productos que en realidad no necesitamos. Otra cosa es darse un capricho de vez en cuando…
6. Marcas blancas. Muchas de ellas son de calidad y su precio suele ser muy competitivo.
7. En el caso de productos frescos, como carnes, pescado, verduras… pregunta al tendero si tienes oportunidad, él te puede aconsejar sobre calidad, ofertas, etc.
8. Revisa siempre el ticket de compra y analízalo en casa. Podrás comprobar cuáles son los artículos más caros y decidir si puedes reducir algún gasto.